Sacado de la Editorial del Periodico Anarkista el SURCO
Las constantes y masivas manifestaciones estudiantiles del último
tiempo destacan por diversas razones.
Desde nuestro punto de vista, éstas
sobresalen puesto que en ellas miles de
jóvenes han adquirido experiencias de lucha
y creatividad que, esperamos, trascenderán
en sus posteriores desarrollos personales y
colectivos. Después de todo, las identidades
afines a la lucha antisistema se forjan en
base a las experiencias personales. En otras
palabras, nos hacemos subversivos no necesariamente a partir de nuestro lugar en la
estructura económica, sino que en base a la
bella e incontrolable realidad de haber conocido
a ciertas personas, compartir ciertos hechos,
observar ciertos fenómenos, experimentar
ciertas afinidades, entre otros. Y si hoy las
marchas estudiantiles y las luchas contra el
lucro son más numerosas y masivas que en
décadas anteriores, debemos estar contentos porque las posibilidades de sociabilizar
experiencias de confrontación, con todo lo que
ellas involucran (conocer y disfrutar de ciertos
amigos e instancias de lucha) ha de aumentar.
Y quién sabe si mañana llegarán a compartir
nuestras pequeñas batallas chicos y chicas a
quienes este escenario les influenció en algún
grado para elegir rutas de sedición.
Apelamos a las experiencias porque dado el
carácter reformista de las protestas actuales,
éstas se diluirán luego de un par de semanas
en un preparado de acuerdos y mucha prensa. Pero las experiencias, como conjunto de
sensaciones vividas e interiorizadas, siguen
en cada participante, independiente de lo
que suceda tras puertas cerradas en tal o cual
edificio altisonante. El público que supo acudir
a cada convocatoria es ahora un testigo de las
posibilidades del colectivo, como también del
individuo, su cuerpo expuesto a gases nocivos,
pancartas multicolores y el cansancio de las
continuas caminatas incorpora a través de
la piel el conocimiento de realidades, quizás,
ajenas.
Lo notable de esta forma de aprender es que
cada individualidad razona las experiencias
desde su punto de vista (olfato, tacto, acústica
o gusto), adhiriendo a los principios que le sean
Agosto
más afines. Gocemos de un sano optimismo y
actuemos -si acaso nos interesa- como más
nos parezca. Pero estemos pendientes y no
temamos a las críticas. Que no hay peor cosa
que sacralizar a nuestras organizaciones y
nuestras perspectivas de enfrentamiento.
Desde luego, existen muchos postulados
que simplemente no nos parecen adecuados.
El Estado-fanatismo es uno de ellas. Pero ni
las burocracias estudiantiles, ni la traición
de las mismas a las bases, que se desbordan
por abajo, ni los más viles mecanismos de
represión, impedirán que cientos de miles
de muchachos y muchachas hayan ganado
experiencias de lucha.
Evidentemente nadie se ha movilizado para
ganar experiencias, sino para exigir sentidas
demandas que tal vez se logren. Pero, cuando llegue la inevitable hora fatal de todo
movimiento ciudadano, esto es, la hora del
acuerdo, de la mesa de diálogo y del arreglo,
las vivencias serán las únicas que quedarán
en pie, nos guste o no. De cada uno dependerá
si aquellas acabarán siendo simples anécdotas o herramientas útiles para enfrentar las
luchas del mañana y por sobre todo, para los
combates de hoy.
Grupo Anarquista El Surco,
Santiago, Agosto 2011
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